Jose Antonio Villarreal Perez

September 24, 2020 — December 25, 2023

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El nació el 24 de septiembre del 2020, desde el primer día de su nacimiento lucho contra todo para sobrevivir. Los doctores daban poca esperanza de vida, su nacimiento fue complicado las causas aún se desconocen, padeció de síndrome de aspiración de meconio, lo cual le desencadeno una parálisis cerebral espástica, aunado a una displasia pulmonar. Entre más pasaban los días fue empeorando, cursando COVID19 y neumonía pulmonar, las hospitalizaciones eran muy frecuentes. Poco a poco fue perdiendo el reflejo de succión afectándole la capacidad de alimentarse por sí solo, fue muy difícil aceptar que el necesitaba urgentemente hacerle una gastrostomía.

Los días eran difíciles, pero no imposibles nos dedicamos en cuerpo y alma en la atención de nuestro angelito, las consultas con especialistas y terapias constantes nos arrancaban las esperanzas de que algún día el fuese un niño normal, poco a poco fuimos aceptando nuestra realidad y la discapacidad que tenía, con el paso del tiempo se desarrollaron otras enfermedades y nos dimos cuenta de que padecía de microcefalia. Su espasticidad cada vez más aumentó, sus convulsiones y deformación de su cuerpo cada vez era más visible, noches y días de desvelo eran interminables, pero eso nos hacia cada vez más fuertes, a pesar de todo esto, nuestros ojos se llenaban de felicidad y alegría por este angelito.

Papá, mamá y hermano Max lo amaban y lo amaran incondicionalmente abrazos, besos y cariño nunca faltaban, era y es el motor de nuestra lucha, ilusiones y sueños. “nos dejaste una gran lección de vida”. Lo amamos y lo amaremos por el resto de nuestros días, siempre lo llevaremos en el corazón y nuestro pensamiento.

Muchas ilusiones y sueños quedaron truncados, había un camino largo que recorrer juntos como una familia, buscar nuevos horizontes en la medicina para mejorar su calidad de vida en este país. Muchos viajes planeados en diferentes lugares, mucho tiempo juntos y muchos momentos felices que nos quedaron por vivir. Hoy estamos con el corazón roto y muy tristes tratando de aceptar que nuestro pequeño ya no está con nosotros, como familia tenemos que seguir adelante a pesar del gran vacío que hoy sentimos, solo nos queda la satisfacción de que no te veremos sufrir más y que ya estas descansando y no hay más dolor.

Agradecemos a las personas que fueron parte y de gran apoyo en el camino de lucha con nuestro Joseito. Siempre estaremos agradecidos por el gran amor que ellos le demostraron a nuestro hijo.

Roxita Deferia: gracias a su paciencia, valentía, esfuerzo y amor hacia nuestro hijo, demostró ser una increíble persona.

Elita Hernandez: a pesar de su corta edad dio todo de ella, al cuidar, amar, consentir a ese pequeño angelito.

Doña Dany: no hay palabras para agradecer su enorme corazón y entrega hacia nuestra familia, sin condición alguna, siempre estuvo disponible en cualquier momento.

Regina: de gran ayuda, apoyo en días y noches de hospitalizaciones, gracias por su disponibilidad en los momentos más difíciles.

Hermana Betty y Valeria: Agradecemos su gran apoyo y tiempo que dedicaron para cuidar y apoyarnos en los momentos difíciles.

Mayi: agradecemos el tiempo y esfuerzo por llevar a terapia a pequeño José.

Basti: agradecemos su apoyo y esfuerzo por involucrase en el cuidado y atención de José.

No hay palabras para describir el gran apoyo incondicional de la familia, demostraron su gran amor y cariño, en los momentos difíciles siempre estaban con nosotros; tía Magdita, tío Julio, Fabian, Hermano Eber.

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